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Dimarts, 28 de febrer de 2012
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Convenios con fecha de caducidad La nueva ley establece dos años de prórroga

El Pais, 28 de febrero de 2012

La medida obliga a los sindicatos a negociar con el tiempo en contra
LA REFORMA LABORAL »

Convenios con fecha de caducidad La nueva ley establece dos años de prórroga

La medida obliga a los sindicatos a negociar con el tiempo en contra

Manuel V. Gómez Madrid 28 FEB 2012 - 00:49 CET13

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El convenio de la enseñanza concertada no se ha renovado desde 2009. Los 118.000 trabajadores gozan de uno porque el viejo se ha prorrogado automáticamente desde entonces. Lo mismo les pasa a los 86.000 empleados de la construcción de Sevilla, Cádiz y Córdoba. Pero esa prórroga tiene fecha de caducidad: el 12 de febrero de 2014. La reforma laboral ha acabado con la prórroga indefinida de la que gozaban los convenios que no se renovaban. A partir de ahora cuando un convenio finalice, sindicatos y empresarios tendrán dos años para renovarlo. Si no lo hacen, los trabajadores amparados por él tendrán que acogerse al que haya en el ámbito inmediatamente superior (de la empresa al provincial, autonómico o estatal) y si no existiera al Estatuto de los Trabajadores.

“Esto es un incentivo para que la negociación sea más rápida”, explica Marcel Jansen, profesor de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid, que cree que este es un límite muy amplio y sería mejor un plazo más corto. También Jesús Terciado, presidente de las pequeñas y medianas empresas, cree excesivo este periodo adicional fijado en la reforma.

Contrario a la reforma, Vicenç Rocosa, secretario de Acción Sindical de la Federación de Industria de CC OO, cree que además de perjudicial este cambio es innecesario: "Los convenios no tardan tanto en renovarse". Tradicionalmente son pocos los que tardan dos años en renovarse. Pero la crisis ha entorpecido la negociación colectiva en los últimos años. Hasta este mes hay 593 convenios no renovados que caducaron en 2088, 2009 y 2010, según UGT.

Rocosa, en cambio, sí que admite que la reforma empeora. "Está claro que el tiempo corre en nuestra contra. Pero si ahora la parte empresarial se niega a negociar, habrá conflicto laboral. Hay que intentar no llegar al abismo".

"Tenemos que negociar todo lo rápido que se pueda", abunda Jesús Guadix, representante de UGT en la enseñanza concertada, que advierte de que su retraso en la negociación tiene que ver con los recortes que inició el Gobierno en mayo de 2010.

Ambos sindicalistas son conscientes de que la reforma laboral debilita su posición. Los convenios de ámbito superior, el sectorial estatal o el Estatuto de los Trabajadores, fijan unas condiciones laborales mínimas que suelen mejorarse en los pactos autonómicos, provinciales o de empresa.

Pero su situación puede deteriorarse más. La redacción del decreto ley no aclara que pasará con las condiciones laborales de los trabajadores cuyos contratos se basan en el convenio si este no se renueva y cambia la referencia. "Habrá que esperar a la jurisprudencia o al trámite parlamentario", analiza Jesús Lahera, profesor de Derecho Laboral, "hasta ahora cuando se renovaba un convenio con condiciones inferiores al anterior, normalmente los derechos adquiridos de los trabajadores ya contratados se consolidaban en su contrato. Pero esto era así porque se pactaba".

Para Tomás Sala-Franco, el nuevo plazo temporal era innecesario porque son pocos los convenios prorrogados durante mucho tiempo. Además, este catedrático de Derecho del Trabajo en la Universidad de Valencia usa un argumento similar para criticar el otro cambio de calado que la reforma laboral ha introducido en la negociación colectiva: la jerarquía de los convenios de empresa sobre el resto. Para él, antiguo presidente de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, han sido muy pocas las ocasiones en que un pacto firmado en una empresa ha chocado con uno provincial o estatal.

En este punto coinciden sindicatos y empresarios: a ninguna de las dos partes les gusta. Poco antes de la reforma laboral, UGT, CC OO, CEOE y Cepyme suscribieron el pacto de moderación salarial donde se recomendaba el impulso de los acuerdos de empresas, pero siempre de acuerdo, y exigiendo que no hubiera cambios en la legislación anterior, que permitía a los agentes sociales situar por encima los convenios estatales y autonómicos.

"Nos preocupa lo que puede pasar en las empresas de menos de 10 trabajadores, que van a tener problemas para tener un convenio sólido”, explica Terciado, líder de Cepyme y vicepresidente de CEOE, que admite que con el pacto firmado antes de la reforma con los sindicatos perseguían conservar los convenios provinciales.

De momento, este cambio ya ha provocado choques importantes entre el Gobierno y los agentes sociales. La semana pasada el Ministerio de Empleo retuvo la publicación del convenio sectorial de la construcción, pese a ser previo a la reforma, porque dicta la prevalencia de este texto sobre cualquier otro. Al final, Empleo rectificó.

Para Jansen, de la Universidad Autónoma, "es un paso adelante para flexibilizar los convenios". Aunque como en el caso de la prórroga automática, defiende otra opción como óptima: aumentar los umbrales de representatividad de los firmantes de los convenios para que sus condiciones vinculen a todas las empresas y trabajadores de un sector. También los autónomos pedían cambios en la cobertura de los convenios. Lorenzo Amor, presidente de ATA, pide que en la tramitación parlamentaria se excluya a los autónomos de la negociación colectiva "como en toda Europa, menos en Finlandia".

Esto para Rafael Muñoz de Bustillo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca, sería pernicioso. Este cambio, junto con los cambios en flexibilidad interna, “abre una dinámica salarios a la baja y de rebaja del número de trabajadores protegidos por convenios”.

Desequilibrio de la negociación colectiva

La reforma establece la prevalencia del convenio empresarial sobre los de carácter sectorial

Laura Pérez Ortiz Madrid 27 FEB 2012 - 21:53 CET5



Una semana antes de la aprobación de la reforma laboral, los protagonistas de la negociación colectiva, patronales y sindicatos, pactaron el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) donde, entre otras cuestiones, marcaban la estructura de negociación que deseaban para desarrollar las relaciones laborales. La reforma rompe con lo acordado, al modificar dicha estructura y establecer la prevalencia del convenio empresarial sobre los convenios de carácter sectorial.

Esta actuación se entronca con la tradicional preferencia neoclásica de los convenios de carácter empresarial, a pesar de que la realidad no ha demostrado que sea mejor para los resultados del conjunto de la economía. Es una preferencia que muestra claramente el trasfondo neoclásico de toda la reforma: la idea fundamental de que la actuación individual es siempre mejor que la colectiva y, sobre todo, que únicamente mediante una reducción de costes (especialmente salariales) se puede incrementar el empleo. De la crisis de actividad económica que ha provocado la situación en la que nos encontramos no se dice nada ni se pone ningún remedio para atajarla.

La limitación de la conocida como ultraactividad (es decir, la prórroga automática del convenio mientras se negocia el siguiente) tiene efectos muy dañinos porque puede provocar un vacío de regulación, especialmente en el caso de las pequeñas empresas sujetas a convenio sectorial y con mayores dificultades para negociar en el ámbito empresarial. De nuevo aparece la idea de señalar a las instituciones como los impedimentos al buen funcionamiento del mercado, en este caso, el laboral.

El descrédito que se hace de la negociación colectiva es aplastante

El descrédito que se hace de la negociación colectiva es aplastante. El primer paso es la descentralización (esta prevalencia del convenio empresarial) y el siguiente, la individualización de las relaciones laborales (desaparición del convenio colectivo), donde el desequilibrio de poderes ente ambas partes es más que evidente.

Y aquí es donde resulta necesario recuperar la razón de ser de la negociación colectiva. Porque no es un impedimento para que las empresas puedan ajustar sus plantillas y modificar las condiciones de trabajo de forma arbitraria. La negociación colectiva es el medio por el que los protagonistas de las relaciones laborales (empleadores y trabajadores) pactan las condiciones de trabajo, cómo quieren que sea esa relación. Y la negociación colectiva es el mejor medio para equilibrar los poderes a la hora de negociar. En juego está la paz social, porque romper la negociación colectiva es romper, precisamente, el equilibrio.

Laura Pérez Ortiz es profesora de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid



Empleo ofrece pactos a las comunidades para que parados hagan labores sociales

LA REFORMA LABORAL

Báñez plantea a las comunidades autónomas firmar convenios con el Gobierno

El Ejecutivo afirma que la reforma laboral es "equilibrada"

EP MADRID 27 FEB 2012 - 22:11 CET214





La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha planteado a las comunidades autónomas la posibilidad de firmar convenios con el Gobierno para que los parados que no estén recibiendo cursos de formación puedan realizar servicios sociales, según ha anunciado la secretaria de Estado de Empleo y Seguridad Social, Engracia Hidalgo.

Tras asistir a la Conferencia Sectorial de Empleo y Asuntos Sociales, Hidalgo ha insistido en que esta medida no supondrá la eliminación de puestos de trabajo. "Se hace en muchos países de Europa, no es un efecto de sustituir, sino de sumar", ha remarcado.

Asimismo, ha matizado que esta medida no es algo nuevo, sino que ya estaba presente en la ley, y que lo que se pretende es que a través de convenios con ayuntamientos, comunidades autónomas y otras entidades, toda la sociedad ponga de su parte para salir de la crisis.

Preguntada sobre si los parados podrán negarse, Hidalgo ha subrayado que las pautas específicas que regulen la norma se determinarán durante el trámite parlamentario.

Las comunidades autónomas apoyan la reforma, según el Gobierno

Por otra parte, la secretaria de Estado ha apuntado que durante la conferencia apenas ha habido críticas para la reforma laboral, y que "mayoritariamente" los consejeros la han aceptado, ya que está hecha pensando "básicamente" en los 5,2 millones de parados.

Asimismo, ha comentado que durante la reunión se han abordado las líneas generales del Plan de Política y Empleo 2012, así como medidas enfocadas a mejorar la tasa de desempleo juvenil, a acentuar la colaboración público-privada e incluso a luchar contra el fraude.

Por todo ello, ha pedido a las comunidades autónomas que sumen sus esfuerzos, sinergias y políticas junto con el Estado, con el fin de acabar con el desempleo como "objetivo prioritario".

En cuanto a los Centros Especiales de Empleo, ha destacado que en 2011 el anterior Gobierno debía haber presentado un informe en el Congreso de los Diputados que nunca llegó, por lo que han decidido crear un grupo de trabajo en el seno de la Sectorial para evaluar y consolidar su situación.

"Para peligrosa, la herencia socialista", dice Hidalgo

Respecto a la campaña socialista en la que se tacha a la reforma laboral de peligrosa, Hidalgo ha remarcado que la reforma laboral es "equilibrada", y que para "peligrosa" la herencia que ha recibido el Gobierno de Mariano Rajoy del Ejecutivo socialista.

"Una herencia que hoy hemos conocido que tiene un déficit del 8,51%, unos 2,52 puntos porcentuales por encima de lo que se dijo, una herencia que ha dejado 5,2 millones de parados, en la que de cada dos jóvenes uno no tiene oportunidades y en la que 1,5 millones de familias no tienen ingresos. Eso si que me parece peligros", ha aseverado.

Para Hidalgo, lo peligroso es la "situación de emergencia social" que el Gobierno socialista ha dejado en España, e insiste en que en 60 días el Ejecutivo ha abordado la reforma de estabilidad presupuestaria, la reforma financiera y la reforma del mercado laboral