Dilluns, 24 de novembre de 2008
Noticias generales
Amena jornada de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales
Los alumnos de la EURL conocieron de primera mano la profesión del graduado social y el doctor Raúl Izquierdo les disertó sobre la valoración de las incapacidades
La Escuela Universitaria de Relaciones laborales de la Universitat de les Illes Balears (EURL) con la colaboración del Il.ustre Col.legi de Graduats Socials de les Illes Balears organizó una jornada, a la que asistieron numerosos alumnos, para dar a conocer la profesión del graduado social y el procedimiento de la valoración de la Incapacidad Temporal y Permanente.
El primer tema fue desarrollado por tres directivos del colegio, Francisco Cabello, vicepresidente y tesorero; Magdalena Massot, vicepresidenta; y Francisco Javier Hernández, vocal. Estos tres graduados sociales explicaron sus vivencias propias en el plano laboral y animaron a los presentes a ser en un futuro graduados ya que es “una profesión muy gratificante y humana”.
“Lo que pretendemos es que conozcáis el colegio, que siempre estará con vosotros y defenderá vuestros intereses”, señaló Francisco Cabello, que añadió: “Estáis cursando una carrera que tiene mucha demanda”.
Por su parte, Francisco Javier Hernández recordó cuando él estaba como oyente mientras estudiaba para ser graduado social. “No me arrepiento de haber elegido esta rama laboral. La carrera me ha servido de mucho. Lo importante es que tengáis ganas de aprender y de servir al ciudadano”, indicó. Este ponente reveló a los presentes que los estudios que “cursáis es un abanico para entrar en la Administración Pública. No la desaprovechéis”.
Magdalena Massot destacó la importancia de tener permanentemente el respaldo de un colegio. “Desde aquí os asesoraremos en todo lo que necesitéis. Tenemos actividades programadas para la continua formación, existe una bolsa de trabajo en la página web corporativa encaminada para becarios y sabed que contáis con nosotros para cualquier duda o situación complicada que tengáis”, apuntó, y finalizó diciendo: “Tened presente que el estudio lo tenéis que completar con la práctica”.
Tras la mesa redonda sobre la profesión del graduado social, que fue seguida atentamente por los alumnos de la EURL, el doctor Raúl Izquierdo, jefe de servicio de valoración de Incapacidades del Instituto Nacional de la Seguridad Social, disertó en un lenguaje fácil y sin tapujos sobre las incapacidades. “Sóis el 80 por ciento de la actividad de la Seguridad Social por lo que tenéis que tener un conocimiento muy alto de lo que hagáis”, empezó diciendo Izquierdo a los futuros graduados, a lo que les dijo tenerles envidia: “Ojalá hubiera tenido yo las oportunidades y las ventajas que tienen ustedes ahora en el plano laboral”.
Sobre las incapacidades, este funcionario señaló que “somos un colectivo nuevo, que se ha ampliado considerablemente y que ha tenido que empezar de cero”. Este ponente hizo un poco de historia sobre la Seguridad Social, en especial sobre las prestaciones por baja por enfermedad. “En el año 1995 se produce un punto de inflexión. El Ministerio se pregunta si España está en la postguerra debido al gran número de personas que están incapacitadas. Esto provoca una reforma en la que nacen los servicios de valoración. Aparecemos nosotros. En 2000 ocurre lo mismo, pero esta vez con las bajas temporales”, explicó, y añadió como opinión particular: “Es importante la autocrítica. El Gobierno no se preocupó de la Incapacidad Temporal antes de 2000. Tal vez porque con gente de baja había menos personas en el paro”.
Este inspector quiso dejar claro a los presentes que a la hora de presentar las solicitudes es muy importante la claridad de los datos, tanto personales como médicos. “Nos encontramos con muchos problemas a la hora de conocer exactamente la profesión de una persona. Por ejemplo, yo ahora me voy a la Tesorería y me doy de alta como torero y nadie me pide una acreditación como que yo ejerzo como tal. Esto provoca que en ocasiones la resolución no sea la adecuada ya que se puede denegar una incapacidad al considerar que puede trabajar para lo que está escrito pero que en la vida real esta persona no puede estar de alta al no poder realizar sus funciones laborales”, dijo.
También recalcó, en especial a la hora de presentar reclamaciones previas a las denegaciones de incapacidad, la importancia de la objetividad. “Mucha gente me dice, ‘yo sé cuando un paciente me hace cuento cuando entra por la puerta de la consulta’. No comparto en absoluto este criterio. Cada paciente es un mundo y todos tienen derecho a ser escuchados y revisados. Lo que sí pido es que cuando vengan a presentar los informes que traigan los papeles ordenados y clasificados”, relató, y añadió: “Recibimos muchos informes y reclamaciones que constan de muchos folios. Sin embargo, a nosotros no nos vale que el dictamen médico, y me refiero al punto científico, conste de unas líneas y después el resto sean súplicas sobre que no puede trabajar, que es imposible que cumpla su actividad laboral o que si tal o cual. No, rotundamente no. Queremos datos relevantes”.
Por último, Raúl Izquierdo negó que a muchos pacientes no se les reconozca. “Es mentira lo que a veces dicen de que ‘el inspector ni me ha mirado’. A todo paciente se le explora completamente y se completa el estudio con los informes médicos que debe traer. Si no nos bastan, le solicitamos más pruebas”.
El primer tema fue desarrollado por tres directivos del colegio, Francisco Cabello, vicepresidente y tesorero; Magdalena Massot, vicepresidenta; y Francisco Javier Hernández, vocal. Estos tres graduados sociales explicaron sus vivencias propias en el plano laboral y animaron a los presentes a ser en un futuro graduados ya que es “una profesión muy gratificante y humana”.
“Lo que pretendemos es que conozcáis el colegio, que siempre estará con vosotros y defenderá vuestros intereses”, señaló Francisco Cabello, que añadió: “Estáis cursando una carrera que tiene mucha demanda”.
Por su parte, Francisco Javier Hernández recordó cuando él estaba como oyente mientras estudiaba para ser graduado social. “No me arrepiento de haber elegido esta rama laboral. La carrera me ha servido de mucho. Lo importante es que tengáis ganas de aprender y de servir al ciudadano”, indicó. Este ponente reveló a los presentes que los estudios que “cursáis es un abanico para entrar en la Administración Pública. No la desaprovechéis”.
Magdalena Massot destacó la importancia de tener permanentemente el respaldo de un colegio. “Desde aquí os asesoraremos en todo lo que necesitéis. Tenemos actividades programadas para la continua formación, existe una bolsa de trabajo en la página web corporativa encaminada para becarios y sabed que contáis con nosotros para cualquier duda o situación complicada que tengáis”, apuntó, y finalizó diciendo: “Tened presente que el estudio lo tenéis que completar con la práctica”.
Tras la mesa redonda sobre la profesión del graduado social, que fue seguida atentamente por los alumnos de la EURL, el doctor Raúl Izquierdo, jefe de servicio de valoración de Incapacidades del Instituto Nacional de la Seguridad Social, disertó en un lenguaje fácil y sin tapujos sobre las incapacidades. “Sóis el 80 por ciento de la actividad de la Seguridad Social por lo que tenéis que tener un conocimiento muy alto de lo que hagáis”, empezó diciendo Izquierdo a los futuros graduados, a lo que les dijo tenerles envidia: “Ojalá hubiera tenido yo las oportunidades y las ventajas que tienen ustedes ahora en el plano laboral”.
Sobre las incapacidades, este funcionario señaló que “somos un colectivo nuevo, que se ha ampliado considerablemente y que ha tenido que empezar de cero”. Este ponente hizo un poco de historia sobre la Seguridad Social, en especial sobre las prestaciones por baja por enfermedad. “En el año 1995 se produce un punto de inflexión. El Ministerio se pregunta si España está en la postguerra debido al gran número de personas que están incapacitadas. Esto provoca una reforma en la que nacen los servicios de valoración. Aparecemos nosotros. En 2000 ocurre lo mismo, pero esta vez con las bajas temporales”, explicó, y añadió como opinión particular: “Es importante la autocrítica. El Gobierno no se preocupó de la Incapacidad Temporal antes de 2000. Tal vez porque con gente de baja había menos personas en el paro”.
Este inspector quiso dejar claro a los presentes que a la hora de presentar las solicitudes es muy importante la claridad de los datos, tanto personales como médicos. “Nos encontramos con muchos problemas a la hora de conocer exactamente la profesión de una persona. Por ejemplo, yo ahora me voy a la Tesorería y me doy de alta como torero y nadie me pide una acreditación como que yo ejerzo como tal. Esto provoca que en ocasiones la resolución no sea la adecuada ya que se puede denegar una incapacidad al considerar que puede trabajar para lo que está escrito pero que en la vida real esta persona no puede estar de alta al no poder realizar sus funciones laborales”, dijo.
También recalcó, en especial a la hora de presentar reclamaciones previas a las denegaciones de incapacidad, la importancia de la objetividad. “Mucha gente me dice, ‘yo sé cuando un paciente me hace cuento cuando entra por la puerta de la consulta’. No comparto en absoluto este criterio. Cada paciente es un mundo y todos tienen derecho a ser escuchados y revisados. Lo que sí pido es que cuando vengan a presentar los informes que traigan los papeles ordenados y clasificados”, relató, y añadió: “Recibimos muchos informes y reclamaciones que constan de muchos folios. Sin embargo, a nosotros no nos vale que el dictamen médico, y me refiero al punto científico, conste de unas líneas y después el resto sean súplicas sobre que no puede trabajar, que es imposible que cumpla su actividad laboral o que si tal o cual. No, rotundamente no. Queremos datos relevantes”.
Por último, Raúl Izquierdo negó que a muchos pacientes no se les reconozca. “Es mentira lo que a veces dicen de que ‘el inspector ni me ha mirado’. A todo paciente se le explora completamente y se completa el estudio con los informes médicos que debe traer. Si no nos bastan, le solicitamos más pruebas”.
