Dimecres, 15 d'abril de 2009
Noticias generales
Los impagos se han duplicado en Balears en solo dos años
Diario de Mallorca, 15 de abril de 2009
CCOO advierte al Gobierno de que no hay recursos para alargar el paro. Economía
El crecimiento desbocado de las devoluciones a los comercios parece haber empezado a frenarse
A. MAGRO. PALMA. La crisis se complica. Las señales son tan contradictorias que los mismos economistas que hace un mes auguraban un cataclismo de difícil remedio ahora creen que la recuperación empezará ya en septiembre. Es el caso de los estudiosos de la escuela del Nobel Paul Krugman: han pasado del negro al blanco en tres semanas, llevados quizá por el mismo desbarajuste que hacía que ayer el presidente de Estados Unidos y el de la Reserva Federal viesen "señales positivas" el día en que salían en su país datos pésimos de comercio minorista y se hacía pública la mayor caída de precios mayoristas desde 1950. Pero no hay que cruzar el Atlántico para darse de bruces con la complejidad de la crisis. Ayer el Instituto Nacional de Estadística español ofrecía unas cifras de impagos comerciales que apuntan a que el deterioro es grave, pero quizá no tanto. Si se atiende a los datos más negativos, la situación es terrible: tras meses de crecimiento de la morosidad y las devoluciones en las compras a plazos, en febrero el número de impagos se volvió a disparar en Balears un 36,7% respecto al mismo mes del año 2008. Claro que si se quiere ver el vaso medio lleno, no es para tanto. Basta con comparar febrero de 2009 con el de enero: en ese caso, las cifras destilan optimismo, al constatarse una reducción de los impagos del 33,7%. Esta aparente contradicción, que se repite con cada vez más indicadores de actividad, se atribuye en círculos económicos a un posible cambio de tercio. Es decir, la crisis ha tocado techo o está a punto de hacerlo, al margen de que el paro vaya a seguir creciendo durante meses. A esa percepción global se suman variables exclusivas de los datos de impagos comerciales, como el impacto que tienen en esta estadística las rebajas, factor que podría estar detrás de la drástica reducción de las cancelaciones de compras entre enero y febrero.
Consumo dañado
Un análisis de la morosidad durante un período más prolongo permite afinar más el diagnóstico, que remite a una doble conclusión: los impagos en Balears están moderando su crecimiento y parecen haber tocado techo. Pero el daño en el consumo ya está hecho. Si se comparan las cifras de impagos de febrero de 2009 con las de 2007 se constata que en apenas dos años se ha pasado de devoluciones en las islas valoradas en 13,8 millones de euros a un montante total de operaciones frustradas equivalente a 23,2 millones. Y eso es casi el doble (un 94%). Aunque nuevamente se puede ver el vaso medio lleno: si se hace idéntico análisis con los datos de enero de 2009 y enero de 2007, el aumento del volumen de impagos es del 140%. Traducido: febrero fue mejor que enero, del mismo modo que enero había sido mejor que diciembre, y éste mejor que noviembre. Y así hasta llegar a septiembre, precisamente el mes en el que la confianza salto por los aires tras hundirse los mercados financieros internacionales con la quiebra de Lehman Brothers en EEUU. Los consumidores baleares cerraron así febrero con 5.462 impagos comerciales, que frustraron ventas por valor de 23 millones de euros. La cifra es gruesa. Tanto que supone que más del 8% de lo que se compra en las islas se acaba devolviendo a la tienda, una tasa tal que coloca al archipiélago como la segunda comunidad con más impagos. En ese escalafón solo figura por encima el otro archipiélago español, Canarias, donde se devuelven nueve de cada cien compras. En el otro lado del ránking están dos de las comunidades que menos están sufriendo hasta ahora con la crisis: Navarra (4,6% de impagos) y País Vasco (4,4%). La morosidad balear es así dos puntos superior a la nacional. Aunque en el conjunto de España se da un fenómeno idéntico al balear: los impagos crecieron un 17% en febrero respecto a hace un año, pero bajaron en el mismo porcentaje (17%) respecto al mes anterior. De este modo, en febrero se frustraron en España 549.847 operaciones comerciales, valoradas en 1.588 millones de euros, la segunda cifra más alta de la historia. La primera fue en enero. De ahí la complejidad de una situación que admite resumen simplificador: la cosa sigue mal, pero un poco menos.
A. MAGRO. PALMA. La crisis se complica. Las señales son tan contradictorias que los mismos economistas que hace un mes auguraban un cataclismo de difícil remedio ahora creen que la recuperación empezará ya en septiembre. Es el caso de los estudiosos de la escuela del Nobel Paul Krugman: han pasado del negro al blanco en tres semanas, llevados quizá por el mismo desbarajuste que hacía que ayer el presidente de Estados Unidos y el de la Reserva Federal viesen "señales positivas" el día en que salían en su país datos pésimos de comercio minorista y se hacía pública la mayor caída de precios mayoristas desde 1950. Pero no hay que cruzar el Atlántico para darse de bruces con la complejidad de la crisis. Ayer el Instituto Nacional de Estadística español ofrecía unas cifras de impagos comerciales que apuntan a que el deterioro es grave, pero quizá no tanto. Si se atiende a los datos más negativos, la situación es terrible: tras meses de crecimiento de la morosidad y las devoluciones en las compras a plazos, en febrero el número de impagos se volvió a disparar en Balears un 36,7% respecto al mismo mes del año 2008. Claro que si se quiere ver el vaso medio lleno, no es para tanto. Basta con comparar febrero de 2009 con el de enero: en ese caso, las cifras destilan optimismo, al constatarse una reducción de los impagos del 33,7%. Esta aparente contradicción, que se repite con cada vez más indicadores de actividad, se atribuye en círculos económicos a un posible cambio de tercio. Es decir, la crisis ha tocado techo o está a punto de hacerlo, al margen de que el paro vaya a seguir creciendo durante meses. A esa percepción global se suman variables exclusivas de los datos de impagos comerciales, como el impacto que tienen en esta estadística las rebajas, factor que podría estar detrás de la drástica reducción de las cancelaciones de compras entre enero y febrero.
Consumo dañado
Un análisis de la morosidad durante un período más prolongo permite afinar más el diagnóstico, que remite a una doble conclusión: los impagos en Balears están moderando su crecimiento y parecen haber tocado techo. Pero el daño en el consumo ya está hecho. Si se comparan las cifras de impagos de febrero de 2009 con las de 2007 se constata que en apenas dos años se ha pasado de devoluciones en las islas valoradas en 13,8 millones de euros a un montante total de operaciones frustradas equivalente a 23,2 millones. Y eso es casi el doble (un 94%). Aunque nuevamente se puede ver el vaso medio lleno: si se hace idéntico análisis con los datos de enero de 2009 y enero de 2007, el aumento del volumen de impagos es del 140%. Traducido: febrero fue mejor que enero, del mismo modo que enero había sido mejor que diciembre, y éste mejor que noviembre. Y así hasta llegar a septiembre, precisamente el mes en el que la confianza salto por los aires tras hundirse los mercados financieros internacionales con la quiebra de Lehman Brothers en EEUU. Los consumidores baleares cerraron así febrero con 5.462 impagos comerciales, que frustraron ventas por valor de 23 millones de euros. La cifra es gruesa. Tanto que supone que más del 8% de lo que se compra en las islas se acaba devolviendo a la tienda, una tasa tal que coloca al archipiélago como la segunda comunidad con más impagos. En ese escalafón solo figura por encima el otro archipiélago español, Canarias, donde se devuelven nueve de cada cien compras. En el otro lado del ránking están dos de las comunidades que menos están sufriendo hasta ahora con la crisis: Navarra (4,6% de impagos) y País Vasco (4,4%). La morosidad balear es así dos puntos superior a la nacional. Aunque en el conjunto de España se da un fenómeno idéntico al balear: los impagos crecieron un 17% en febrero respecto a hace un año, pero bajaron en el mismo porcentaje (17%) respecto al mes anterior. De este modo, en febrero se frustraron en España 549.847 operaciones comerciales, valoradas en 1.588 millones de euros, la segunda cifra más alta de la historia. La primera fue en enero. De ahí la complejidad de una situación que admite resumen simplificador: la cosa sigue mal, pero un poco menos.
