USUARIS REGISTRATS
USUARIS REGISTRATS

NOTÍCIES

NOTÍCIES I NOVETATS

Dimecres, 27 d'abril de 2011
Noticias generales

Entrevista Francisco Navarro: ´No salen a la luz todos los casos de discriminación laboral´

Diario de Ibiza, 27 de abril de 2011

El Presidente del Colegio Profesional de Graduados Sociales de Balears vivió en Ibiza antes de marcharse a estudiar Graduado Social a Mallorca, donde reside en estos momentos
Francisco Navarro, durante su visita a Ibiza. Francisco Navarro, durante su visita a Ibiza. MOISÉS COPA Francisco Navarro Lidón (Murcia, 1965) vivió en Ibiza antes de marcharse a estudiar Graduado Social a Mallorca, donde reside en estos momentos. El presidente del colegio balear de estos asesores jurídicos no descarta crear, en breve, una delegación de la entidad en Ibiza, donde tiene 40 miembros, «más que en algunos colegios», comenta mirando a Marcos Martínez Vicedo, graduado social de Ibiza.

IBIZA | MARTA TORRES —¿Qué es un graduado social? —Es un experto en derecho del trabajo, en la Seguridad Social, una persona con formación cualificada en esa materia. El trabajo se estructura en varios bloques: asesoramiento de las empresas, de los trabajadores y de los pensionistas de la Seguridad Social. Y no solo asesoramiento, también asistencia en los juzgados cuando es necesario.

—¿Y qué diferencia hay entre un graduado social y un abogado laboralista? —Pues la diferencia es que el graduado social es un profesional dedicado de forma más específica al derecho del trabajo. Un graduado social está tres años estudiando esta materia mientras que en Derecho se le dedica un año.

—¿Ha cambiado recientemente la labor del graduado social? —Sí, ha cambiado, sobre todo, por las nuevas tecnologías, que han cambiado de forma radical el sistema de trabajo. De todas maneras, la nuestra es una profesión muy joven, con gente muy preparada y eso no supone ningún problema.

—¿La gente sabe qué labor realizan estos asesores jurídicos? —Tiende a confundirnos con otras profesiones. No es un gestor, no es un abogado, aunque puede actuar en un juicio, es un experto en derecho laboral. Es una profesión aún desconocida, aunque cada vez más personas nos conocen no por el nombre, sino por la función que hacemos.

—¿Es una profesión con futuro? —Sí. Siempre habrá conflictos entre los trabajadores y las empresas y siempre deberá haber un profesional para defender los intereses de las partes.

—¿Dedican mucho tiempo a ponerse al día con los cambios en la legislación? —Sí. Este es un trabajo muy muy vivo. Debes adaptarte a los cambios legislativos y también a los de las nuevas tecnologías aplicadas a la administración, a los nuevos sistemas informáticos y la telemática, que está cada vez más presente en la justicia.

—¿Hay más conflictividad laboral en las Pitiusas que en otros lugares? —Hay la misma que en Mallorca y en Menorca. Cuando los juzgados tramitan un expediente se hace una labor mediadora, pero las empresas y los trabajadores se cierran en una postura. Está claro que la destrucción de empleo genera más conflictividad. En tiempos de bonanza, las empresas no quieren problemas y se llega a más acuerdos, pero en tiempos de crisis todo el mundo defiende su postura.

—¿Falta cultura de la mediación? —Sí, es algo que hay que potenciar, cambiar la mentalidad porque durante muchos años no se ha sido proclive y se ha preferido acabar en un juzgado que buscar la mejor solución para las dos partes.

—¿Y es fácil llegar a un acuerdo? —Es una cuestión de habilidad. Mediamos para convencer a nuestros representados de la mejor opción, aunque hay casos en los que es imposible mediar, como en los de discriminación.

—¿Cada vez tienen más casos? —Desgraciadamente sí. Despidos por discriminación personal, mobbing y acoso. Cada vez hay más casos, un incremento que está relacionado con la destrucción de empleo.

—¿Hay mucha discriminación? —Hay más casos de los que parece, pero también llegan muchos que no lo son. El problema es que son situaciones muy difíciles de demostrar, porque no suele haber pruebas. Además, con la situación actual, los trabajadores no son my dados a reconocer en un juzgado lo que han visto. No salen a la luz todos los casos de discriminación que hay.

—¿La casuística de las Pitiusas es diferente a la de otros lugares? —No, es un poco general. La única peculiaridad es que aquí hay un carácter cíclico debido al trabajo de temporada. Aquí hay muchos fijos discontinuos, una figura que en otras partes de España desconocen.

—¿Tienen muchas consultas por el retraso de la edad de jubilación? —Hay temor y eso siempre genera más consultas sobre cómo va a afectar. No es un cambio de hoy para mañana y, además, la tendencia es a eso. Cada vez la vida es más larga y habrá que cotizar más para cobrar las pensiones. Milagros no hay.

—¿Es posible reducir la siniestralidad laboral? —En algunos casos sí y en otros no. Se ha avanzado mucho en prevención de riesgos laborales y se han cambiado los sistemas de trabajo y las normativas. Pero un único accidente laboral que se pueda evitar, ya es mucho.