Viernes, 21 de octubre de 2011
Noticias generales
Empresas y organismos tendrán que cotizar por sus becarios desde el 1 de noviembre
El Pais, 21 de octubre de 2011
El empleador pagará 40 euros al mes por prácticas remuneradas. -Los antiguos becarios podrán rescatar hasta dos años de prácticas como cotizados
MANUEL V. GÓMEZ | Madrid 21/10/2011
El trabajo de becario dejará de estar oculto a los ojos de la Seguridad Social. Las empresas y los organismos públicos que empleen a becarios a cambio de una remuneración, sea cual sea su cuantía, tendrán que abonar unos 40 euros al mes por ellos a partir del próximo 1 de noviembre. El Ministerio de Trabajo calcula que unas 30.000 personas se podrán beneficiar ahora mismo de esta situación. Esta novedad, incluida en la reforma de las pensiones, se detallará en un decreto que ha aprobado hoy el Consejo de Ministros y que entrará en vigor el día 1.
Con esa cotización al régimen general de la Seguridad Social (por la base mínima), el trabajador tendrá la misma protección que el resto (aportación a la pensión, enfermedades comunes y profesionales, accidentes...) pero no al desempleo. El requisito es que se trate de prácticas remuneradas a cargo de universidades, fundaciones, organismos públicos o cualquier tipo de empresa.
La obligación de cotizar se produce desde el mismo mes de noviembre, pero para dar un cierto margen de adaptación a las empresas, la Seguridad Social permitirá aplazar la cuota de ese mes hasta el 31 de enero de 2012. El resto de cuotas deberán pagarse según el calendario reglamentario.
La medida elevará el número de cotizantes a la Seguridad Social por una vía que no es exactamente la de creación de empleo. Para evitar críticas y permitir diferenciar a estos nuevos cotizantes -de forma que puedan restarse-, el organismo público creará una cuenta especial de cotización donde encuadrar a este colectivo, que en adelante será muy superior a esos 30.000 que el Gobierno calcula que existen ahora.
Además de generar el derecho a pensión de ahora en adelante, el decreto contempla también el rescate de hasta dos años cotizados para ciudadanos que en su día realizaran prácticas remuneradas sin recibir protección social, pues no existía obligación. Trabajo calcula que podrán acogerse a este supuesto entre 100.000 y 200.000 personas, que deberán hacerse cargo con carácter retroactivo de esa cotización (en este caso no cabrá reclamarla a la empresa).
Cada cotizante podrá recuperar hasta un máximo de dos años (si es que trabajó tanto tiempo como becario), sea cual sea su edad. Para ello deberá suscribir un convenio especial con la Seguridad Social -se podrá hacer desde el 1 de noviembre y hasta el 31 de diciembre de 2012- y abonar 150 euros por cada mes rescatado. Así, quien quiera anotarse como cotizado un año de prácticas remuneradas deberá abonar 1.800 euros en total. El pago no tendrá que desembolsarse de inmediato, sino que podrá afrontarse en el doble de tiempo que se pretende rescatar. Por ejemplo, quienes recuperen cuatro meses podrán abonarlos en ocho; quienes soliciten el máximo, dos años, podrán hacerlo en cuatro. Los pagos comenzarán a partir del próximo enero.
Lo más complejo será acreditar ese periodo que aspira a ser cotizado. De momento, la Seguridad Social exige un documento, firmado por la empresa u organismo que en su momento empleó al becario, que informe de que este realizó allí prácticas remuneradas. Si la empresa ya no existe o si se niega a facilitar el papel, la Seguridad Social recomienda dirigirse a sus oficinas para que sea la inspección la que rastree el caso. No obstante, el procedimiento se antoja complejo y probablemente el organismo tenga que ser flexible en el reconocimiento de las prácticas antiguas.
Añadir de golpe hasta dos años a cualquier carrera de cotización supone una ventaja -cara, eso sí- casi para cualquier trabajador. Más aun con las dudas que se ciernen sobre el mercado laboral y la presión que supone para el sistema de pensiones un colectivo de jubilados creciente y muy longevo. Pero dentro de ese análisis general, hay cotizantes a los que claramente les interesa correr a la ventanilla de la Seguridad Social y abonar la cantidad que corresponda a su cotización rescatada del periodo en el que fueron becarios (hasta 3.600 euros por dos años) y otros para los que se trate de un movimiento únicamente preventivo, por si su situación laboral empeora o si vuelve a cambiar la normativa de pensiones.
Dispuestos o no a hacerlo, los afectados por la posibilidad de rescatar años de cotización llevan meses expectantes. La Seguridad Social asegura que la cotización de los becarios se ha convertido en el primer motivo de consultas en sus oficinas desde principios de año, cuando se supo que la reforma de pensiones incluiría esta posibilidad para allanar el camino a quienes tuvieran problemas para acreditar los nuevos años exigidos.
- Jubilarse a los 65: El colectivo que más claramente recurrirá a esta posibilidad será el que no llegue a los nuevos requisitos fijados por la reforma de las pensiones. A partir del 1 de enero de 2013, y de forma gradual, el sistema público exigirá jubilarse más tarde a no ser que se puedan acreditar una serie de años cotizados. La meta es que, en 2027, todos los cotizantes se jubilen a los 67 a menos que cuenten con 38,5 años de cotización. Las personas que estén cercanas a esa meta y que puedan completarla añadiendo unos meses como becarios no dudarán en hacerlo. En el caso más ventajoso, alguien que en 2027 tenga 65 años pero solo acredite 36,5 en su vida laboral podrá retirarse en ese momento si en algún periodo de su vida pasó dos años haciendo prácticas y puede acreditarlo.
También en el periodo transitorio se podrá recurrir a esta ventaja. En 2018, por ejemplo, harán falta 36,5 años para despedirse de la vida laboral a los 65 (hasta ahora bastaba con 35). En caso de que no se tengan, la escala transitoria establece que la edad de retiro está en los 65,5 años. Pero si un trabajador con 65 años -y 36 cotizados a sus espaldas- recuerda que hizo seis meses de prácticas remuneradas y puede acreditarlo, tendrá la oportunidad de retirarse en ese momento, sin esperar medio año más.
- Merma de pensión: Además, ninguno de estos casos rebaja la cuantía de la pensión. Porque el periodo cotizado suma como base mínima, pero será irrelevante a efectos del cálculo si estos años no se encuentran entre los 25 últimos que a partir de 2027 serán los que determinen la cuantía de la prestación. Y lo más probable es que no estén entre esos 25 últimos de vida laboral, pues los periodos de becas y prácticas se suelen concentrar al principio de la vida laboral. Solo en el caso de que el tiempo de aprendiz figure entre los últimos 25 años cotizados (por ejemplo, alguien que pierda su trabajo y pase a ser becario), añadir esos dos años puede rebajar la prestación.
- Rozar el mínimo: Hay otro colectivo que claramente optará por rescatar periodos de prácticas. Se trata de quienes están en el límite de poder acceder a una pensión contributiva, para la que se exigen 15 años (eso no ha cambiado con la reforma). Una persona que tenga acreditados 13, pero que no pueda cotizar más, podrá sumarse esos dos de beca y optar a la mínima pensión a la que tenga derecho. Al igual que en el caso anterior, si la base de esos 13 años es mejor que la del periodo añadido por beca (con la base mínima), la pensión bajará.
- Llegar al máximo: El rescate favorece igualmente a quienes figuren en el límite de los años necesarios para cobrar el 100% de la pensión a la que tengan derecho. Con la nueva norma, y una vez concluido el periodo transitorio, serán necesarios 37 años, frente a los 35 actuales. Alguien que en 2027 solo acredite 35, pero pasara dos como becario, podrá sumarse esos dos y acceder a su pensión máxima.
- Beneficiarios preventivos: Más allá de esta casuística, con razones claras para acudir a la ventanilla de la Seguridad Social y pagar hasta 3.600 euros por un máximo de dos años de prácticas, habrá cotizantes que adopten la medida con carácter preventivo, por lo que pueda pasar. Así, si las reglas del sistema de pensiones vuelven a cambiar y cotizantes hoy jóvenes se enfrentan a nuevos parámetros a la hora de afrontar el retiro, puede resultar útil contar con un periodo extra cotizado. También para anticiparse a ciertas vicisitudes laborales: si una persona joven ve interrumpida su carrera (voluntaria o involuntariamente), siempre dispondrá de un colchón de hasta dos años para acreditar ante la Seguridad Social. Ambos casos pueden elevar considerablemente los 200.000 beneficiarios que el Gobierno calcula pueden acogerse a este derecho.
El trabajo de becario dejará de estar oculto a los ojos de la Seguridad Social. Las empresas y los organismos públicos que empleen a becarios a cambio de una remuneración, sea cual sea su cuantía, tendrán que abonar unos 40 euros al mes por ellos a partir del próximo 1 de noviembre. El Ministerio de Trabajo calcula que unas 30.000 personas se podrán beneficiar ahora mismo de esta situación. Esta novedad, incluida en la reforma de las pensiones, se detallará en un decreto que ha aprobado hoy el Consejo de Ministros y que entrará en vigor el día 1.
Con esa cotización al régimen general de la Seguridad Social (por la base mínima), el trabajador tendrá la misma protección que el resto (aportación a la pensión, enfermedades comunes y profesionales, accidentes...) pero no al desempleo. El requisito es que se trate de prácticas remuneradas a cargo de universidades, fundaciones, organismos públicos o cualquier tipo de empresa.
La obligación de cotizar se produce desde el mismo mes de noviembre, pero para dar un cierto margen de adaptación a las empresas, la Seguridad Social permitirá aplazar la cuota de ese mes hasta el 31 de enero de 2012. El resto de cuotas deberán pagarse según el calendario reglamentario.
La medida elevará el número de cotizantes a la Seguridad Social por una vía que no es exactamente la de creación de empleo. Para evitar críticas y permitir diferenciar a estos nuevos cotizantes -de forma que puedan restarse-, el organismo público creará una cuenta especial de cotización donde encuadrar a este colectivo, que en adelante será muy superior a esos 30.000 que el Gobierno calcula que existen ahora.
Además de generar el derecho a pensión de ahora en adelante, el decreto contempla también el rescate de hasta dos años cotizados para ciudadanos que en su día realizaran prácticas remuneradas sin recibir protección social, pues no existía obligación. Trabajo calcula que podrán acogerse a este supuesto entre 100.000 y 200.000 personas, que deberán hacerse cargo con carácter retroactivo de esa cotización (en este caso no cabrá reclamarla a la empresa).
Cada cotizante podrá recuperar hasta un máximo de dos años (si es que trabajó tanto tiempo como becario), sea cual sea su edad. Para ello deberá suscribir un convenio especial con la Seguridad Social -se podrá hacer desde el 1 de noviembre y hasta el 31 de diciembre de 2012- y abonar 150 euros por cada mes rescatado. Así, quien quiera anotarse como cotizado un año de prácticas remuneradas deberá abonar 1.800 euros en total. El pago no tendrá que desembolsarse de inmediato, sino que podrá afrontarse en el doble de tiempo que se pretende rescatar. Por ejemplo, quienes recuperen cuatro meses podrán abonarlos en ocho; quienes soliciten el máximo, dos años, podrán hacerlo en cuatro. Los pagos comenzarán a partir del próximo enero.
Lo más complejo será acreditar ese periodo que aspira a ser cotizado. De momento, la Seguridad Social exige un documento, firmado por la empresa u organismo que en su momento empleó al becario, que informe de que este realizó allí prácticas remuneradas. Si la empresa ya no existe o si se niega a facilitar el papel, la Seguridad Social recomienda dirigirse a sus oficinas para que sea la inspección la que rastree el caso. No obstante, el procedimiento se antoja complejo y probablemente el organismo tenga que ser flexible en el reconocimiento de las prácticas antiguas.
¿A quién beneficia el rescate de pensión?
El colectivo que se quede a un paso de cumplir con las nuevas condiciones de jubilación empleará ese colchón de dos años cotizados como becario.- La medida atraerá también a quienes quieran anticiparse a problemas futuros LUCÍA ABELLÁN | Madrid 21/10/2011Añadir de golpe hasta dos años a cualquier carrera de cotización supone una ventaja -cara, eso sí- casi para cualquier trabajador. Más aun con las dudas que se ciernen sobre el mercado laboral y la presión que supone para el sistema de pensiones un colectivo de jubilados creciente y muy longevo. Pero dentro de ese análisis general, hay cotizantes a los que claramente les interesa correr a la ventanilla de la Seguridad Social y abonar la cantidad que corresponda a su cotización rescatada del periodo en el que fueron becarios (hasta 3.600 euros por dos años) y otros para los que se trate de un movimiento únicamente preventivo, por si su situación laboral empeora o si vuelve a cambiar la normativa de pensiones.
Dispuestos o no a hacerlo, los afectados por la posibilidad de rescatar años de cotización llevan meses expectantes. La Seguridad Social asegura que la cotización de los becarios se ha convertido en el primer motivo de consultas en sus oficinas desde principios de año, cuando se supo que la reforma de pensiones incluiría esta posibilidad para allanar el camino a quienes tuvieran problemas para acreditar los nuevos años exigidos.
- Jubilarse a los 65: El colectivo que más claramente recurrirá a esta posibilidad será el que no llegue a los nuevos requisitos fijados por la reforma de las pensiones. A partir del 1 de enero de 2013, y de forma gradual, el sistema público exigirá jubilarse más tarde a no ser que se puedan acreditar una serie de años cotizados. La meta es que, en 2027, todos los cotizantes se jubilen a los 67 a menos que cuenten con 38,5 años de cotización. Las personas que estén cercanas a esa meta y que puedan completarla añadiendo unos meses como becarios no dudarán en hacerlo. En el caso más ventajoso, alguien que en 2027 tenga 65 años pero solo acredite 36,5 en su vida laboral podrá retirarse en ese momento si en algún periodo de su vida pasó dos años haciendo prácticas y puede acreditarlo.
También en el periodo transitorio se podrá recurrir a esta ventaja. En 2018, por ejemplo, harán falta 36,5 años para despedirse de la vida laboral a los 65 (hasta ahora bastaba con 35). En caso de que no se tengan, la escala transitoria establece que la edad de retiro está en los 65,5 años. Pero si un trabajador con 65 años -y 36 cotizados a sus espaldas- recuerda que hizo seis meses de prácticas remuneradas y puede acreditarlo, tendrá la oportunidad de retirarse en ese momento, sin esperar medio año más.
- Merma de pensión: Además, ninguno de estos casos rebaja la cuantía de la pensión. Porque el periodo cotizado suma como base mínima, pero será irrelevante a efectos del cálculo si estos años no se encuentran entre los 25 últimos que a partir de 2027 serán los que determinen la cuantía de la prestación. Y lo más probable es que no estén entre esos 25 últimos de vida laboral, pues los periodos de becas y prácticas se suelen concentrar al principio de la vida laboral. Solo en el caso de que el tiempo de aprendiz figure entre los últimos 25 años cotizados (por ejemplo, alguien que pierda su trabajo y pase a ser becario), añadir esos dos años puede rebajar la prestación.
- Rozar el mínimo: Hay otro colectivo que claramente optará por rescatar periodos de prácticas. Se trata de quienes están en el límite de poder acceder a una pensión contributiva, para la que se exigen 15 años (eso no ha cambiado con la reforma). Una persona que tenga acreditados 13, pero que no pueda cotizar más, podrá sumarse esos dos de beca y optar a la mínima pensión a la que tenga derecho. Al igual que en el caso anterior, si la base de esos 13 años es mejor que la del periodo añadido por beca (con la base mínima), la pensión bajará.
- Llegar al máximo: El rescate favorece igualmente a quienes figuren en el límite de los años necesarios para cobrar el 100% de la pensión a la que tengan derecho. Con la nueva norma, y una vez concluido el periodo transitorio, serán necesarios 37 años, frente a los 35 actuales. Alguien que en 2027 solo acredite 35, pero pasara dos como becario, podrá sumarse esos dos y acceder a su pensión máxima.
- Beneficiarios preventivos: Más allá de esta casuística, con razones claras para acudir a la ventanilla de la Seguridad Social y pagar hasta 3.600 euros por un máximo de dos años de prácticas, habrá cotizantes que adopten la medida con carácter preventivo, por lo que pueda pasar. Así, si las reglas del sistema de pensiones vuelven a cambiar y cotizantes hoy jóvenes se enfrentan a nuevos parámetros a la hora de afrontar el retiro, puede resultar útil contar con un periodo extra cotizado. También para anticiparse a ciertas vicisitudes laborales: si una persona joven ve interrumpida su carrera (voluntaria o involuntariamente), siempre dispondrá de un colchón de hasta dos años para acreditar ante la Seguridad Social. Ambos casos pueden elevar considerablemente los 200.000 beneficiarios que el Gobierno calcula pueden acogerse a este derecho.
