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Miércoles, 24 de marzo de 2021
Noticias generales

Emilia Goyanes, graduada social y vicepresidenta del Colegio

Palma, 24 de marzo de 2021

“La pandemia ha dado visibilidad a la profesión de Graduado Social ante la sociedad, colocándonos donde siempre hemos estado”
• Cuéntanos tus inicios como profesional Graduada Social • Mis inicios en la profesión por el año 1987 y siendo muy joven, fueron de la mano de dos mujeres, Graduados Sociales de las primeras promociones, Elvira Clar Villalonga y Catalina Valens Oliver. De ellas aprendí la pasión por la profesión y la responsabilidad y respeto al trabajo de Graduado Social.

• Qué te ha aportado esta profesión • Destacaría el enriquecedor conocimiento de la realidad social, la interacción con otros compañeros y despachos profesionales, la experiencia en la negociación de conflictos sociales para intentar llegar a acuerdos. Tengo que decir que como profesional siempre me he sentido respetada y apreciada por mis compañeros y clientes hombres, pero es verdad que he vivido en mis propias carnes la discriminación por ser mujer, ya que fui despedida de mi primer trabajo al llegar a Mallorca por ejercer el derecho a disfrutar el permiso por maternidad completo cuando tuve mi primer hijo. Era costumbre de la empresa en cuestión que cuando las mujeres tenían un hijo disfrutaran únicamente 15 días.

• ¿A lo largo de tu historia, has tenido que sortear algún obstáculo por ser mujer? • Creo que las mujeres somos más prácticas y resolutivas, no porque seamos mejores ni peores si no por pura supervivencia, tenemos que llegar a todas partes, y sobre todo las de mi generación creo que siempre hemos tenido que demostrar más nuestra valía que los hombres.

• ¿Cómo crees que aportan las mujeres en el colectivo de Graduados Sociales? • En el último año los Graduados Sociales hemos tenido que llevar a cabo largas y complicadas jornadas de trabajo, hemos trabajado con muchos nervios y en muchas ocasiones realizando más trabajo del que podíamos asumir. Hemos llevado a cabo el peso de una ingente cantidad de ERTEs, prestaciones de desempleo, ayudas a autónomos y empresas etc. etc. Todo en medio de un auténtico caos debido a la innumerable y confusa normativa que no había tiempo para asimilar y se tenía que aplicar inmediatamente, y lo hemos hecho, trabajando Semana Santa, sábados, domingos y festivos.

Pero este año, me quedo con lo bueno de la pandemia, que es: El compañerismo y las sinergias que se crearon en torno a la profesión. Desde el minuto uno se ha generado una cohesión que yo no había vivido nunca en el colectivo, hemos compartido información, angustias, lágrimas y dudas, sin importar para nada el tipo de duda ya que todos estábamos igual de perdidos. La pandemia ha dado visibilidad a la profesión de Graduado Social ante la sociedad, colocándonos donde siempre hemos estado, ser operadores jurídicos expertos en Derecho del Trabajo y Seguridad Social.

¿Qué les dirías a las jóvenes profesionales que se preparan para ser Graduadas Sociales? • Les diría que es una carrera con múltiples salidas, que se preparen y que vivan la profesión con el orgullo de pertenencia al colectivo que somos los Graduados Sociales. Que se acerquen al Colegio de Graduados Sociales que es la casa de todos, desde donde se proporciona una formación permanente, se intenta poner a disposición de los profesionales el máximo de información para el desarrollo de nuestra labor en los despachos y acompañar a los profesionales noveles en sus inicios.

• Creo que en nuestra profesión estamos igual de valoradas las mujeres que los hombres. En la sociedad en general ya es otra cosa, todavía nos queda camino por recorrer. Se han conseguido muchas cosas en el tema de igualdad, hoy en día es casi impensable, que como me pasó a mí una mujer sea despedida por ejercer el derecho al permiso de descanso por maternidad. Aunque hay muchas facetas laborales y sociales en las que hay un amplio margen hasta llegar a una verdadera igualdad.