Miércoles, 28 de mayo de 2008
Noticias generales
Corre peligro el actual sistema de módulos para autónomos
Expansión, 28 de mayo de 2008
El Gobierno considera que está obsoleto el sistema por el que declaran cerca de dos millones de pequeños empresarios. Las organizaciones del sector apuestan por una mejora del modelo de estimación directa.
Publicado el 28/05/2008, por M. Valverde/P. González
Hacienda y los empresarios y trabajadores autónomos están de acuerdo en cambiar el sistema fiscal de módulos, en el Impuesto sobre la Renta. Se trata del régimen por el cual realizan su declaración cada año cerca de dos millones de pequeños empresarios que tienen una facturación anual inferior a 450.000 euros y unas compras, a excepción del inmovilizado, inferior a los 300.000 euros.
En este sistema, el pago de impuestos a Hacienda se hace teniendo en cuenta datos como los metros cuadrados del local, el número de trabajadores, el gasto de luz y, en los bares o cafeterías, las dimensiones de la barra.
Hacienda puso en marcha este sistema en 1992 como fórmula para, cuando menos, recaudar una cantidad fija por cada contribuyente, antes que perder ingresos, en un universo de pequeñas empresas de difícil control por parte de la Administración, dadas las caracterísiticas del colectivo y la falta de inspectores. Además de, en la hostelería, en este módulo también pueden estar empresarios del textil, el transporte de mercancías por carretera, los panaderos u otro tipo de pequeño comercio.
Sin embargo, con el tiempo, el sistema de módulos se ha convertido en un foco potencial de fraude, según técnicos de Hacienda. Los últimos datos indican que los ingresos medios anuales de un pequeño empresario en el sistema de módulos son de 11.627 euros anuales. Este dato contrasta con el hecho de que los ingresos de un asalariado son de 18.214 euros anuales.
Incluso, en la última ley antifraude hubo medidas específicas para frenar la proliferación de facturas falsas desde los establecimientos con módulos a otras empresas. Según el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, también ha quedado desfasado respecto a la evolución económica de España. “Su adaptación a la realidad económica actual es muy limitada”, ha dicho Ocaña. Opinión con la que están de acuerdo algunas organizaciones de asesores fiscales, y los propios inspectores de Hacienda. De hecho, tributar por este sistema es “voluntario”.
Una reforma prudente Bien es verdad que, según Ocaña, el Gobierno quiere hacer la reforma con tranquilidad, “de una forma muy prudente y muy meditada, evitando que haya perdedores”, entre este colectivo de pequeños empresarios y trabajadores. Hay que tener en cuenta que, aunque los pequeños empresarios profesionales acogidos al sistema de módulos, excluidos los agricultores, son cerca de dos millones de personas, según la Encuesta de Población Activa del primer trimestre, en España hay más de 3,5 millones de autónomos. Si por todas estas razones, Hacienda quiere suprimir, o reducir sustancialmente, el régimen de módulos fiscales entre estos pequeños empresarios, también están de acuerdo las organizaciones del sector.
Sebastián Reyna, secretario general de UPTA-UGT, y Lorenzo Jesús Amor, presidente de la Federación Nacional de Autónomos (ATA) dos de las organizaciones más representativas del sector, abogan por modificar el régimen fiscal del sector. Reyna defiende que quienes están en el régimen de módulos puedan trasladarse “de forma paulatina” al regimen de estimación directa, también dentro del IRPF.
El objetivo es que los pequeños empresarios “puedan mejorar su declaración fiscal introduciendo más deducciones”. Este sistema permite restarse de los ingresos gastos como comidas de trabajo, transportes, el combustible o asesoramientos fiscales o laborales. Todos aquellos gastos, en fin, que puedan ser considerados como ligados a la actividad de la empresa.
Amor pide una mejora del régimen de estimación directa, porque el autónomo está en clara desventaja con la empresa que cotiza en el Impuesto de Sociedades. El presidente de ATA recuerda que, por ejemplo, el primero no obtiene ninguna ventaja fiscal por contratar a un trabajador, mientras que eso sí se da en el Impuesto de Sociedades.
CiU promueve el estudio de la reforma en el Congreso El Grupo Parlamentario de Convergencia i Unió (CiU) ya ha presentado una propuesta en el Congreso de los Diputados para que se cree una comisión específica, dentro de la Comisión de Economía y Hacienda, dedicada a estudiar la fiscalidad de los autónomos y, en su caso, elevar sus propuestas al Gobierno.
En sintonía con las organizaciones del sector, CiU cree “injusta” la situación de los autónomos respecto a las ventajas que tienen las empresas que tributan por el Impuesto de Sociedades, según explica el portavoz de esta formación, Carles Campuzano. De hecho, la mayoría de las empresas no está en el Impuesto de Sociedades.
Hacienda y los empresarios y trabajadores autónomos están de acuerdo en cambiar el sistema fiscal de módulos, en el Impuesto sobre la Renta. Se trata del régimen por el cual realizan su declaración cada año cerca de dos millones de pequeños empresarios que tienen una facturación anual inferior a 450.000 euros y unas compras, a excepción del inmovilizado, inferior a los 300.000 euros.
En este sistema, el pago de impuestos a Hacienda se hace teniendo en cuenta datos como los metros cuadrados del local, el número de trabajadores, el gasto de luz y, en los bares o cafeterías, las dimensiones de la barra.
Hacienda puso en marcha este sistema en 1992 como fórmula para, cuando menos, recaudar una cantidad fija por cada contribuyente, antes que perder ingresos, en un universo de pequeñas empresas de difícil control por parte de la Administración, dadas las caracterísiticas del colectivo y la falta de inspectores. Además de, en la hostelería, en este módulo también pueden estar empresarios del textil, el transporte de mercancías por carretera, los panaderos u otro tipo de pequeño comercio.
Sin embargo, con el tiempo, el sistema de módulos se ha convertido en un foco potencial de fraude, según técnicos de Hacienda. Los últimos datos indican que los ingresos medios anuales de un pequeño empresario en el sistema de módulos son de 11.627 euros anuales. Este dato contrasta con el hecho de que los ingresos de un asalariado son de 18.214 euros anuales.
Incluso, en la última ley antifraude hubo medidas específicas para frenar la proliferación de facturas falsas desde los establecimientos con módulos a otras empresas. Según el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, también ha quedado desfasado respecto a la evolución económica de España. “Su adaptación a la realidad económica actual es muy limitada”, ha dicho Ocaña. Opinión con la que están de acuerdo algunas organizaciones de asesores fiscales, y los propios inspectores de Hacienda. De hecho, tributar por este sistema es “voluntario”.
Una reforma prudente Bien es verdad que, según Ocaña, el Gobierno quiere hacer la reforma con tranquilidad, “de una forma muy prudente y muy meditada, evitando que haya perdedores”, entre este colectivo de pequeños empresarios y trabajadores. Hay que tener en cuenta que, aunque los pequeños empresarios profesionales acogidos al sistema de módulos, excluidos los agricultores, son cerca de dos millones de personas, según la Encuesta de Población Activa del primer trimestre, en España hay más de 3,5 millones de autónomos. Si por todas estas razones, Hacienda quiere suprimir, o reducir sustancialmente, el régimen de módulos fiscales entre estos pequeños empresarios, también están de acuerdo las organizaciones del sector.
Sebastián Reyna, secretario general de UPTA-UGT, y Lorenzo Jesús Amor, presidente de la Federación Nacional de Autónomos (ATA) dos de las organizaciones más representativas del sector, abogan por modificar el régimen fiscal del sector. Reyna defiende que quienes están en el régimen de módulos puedan trasladarse “de forma paulatina” al regimen de estimación directa, también dentro del IRPF.
El objetivo es que los pequeños empresarios “puedan mejorar su declaración fiscal introduciendo más deducciones”. Este sistema permite restarse de los ingresos gastos como comidas de trabajo, transportes, el combustible o asesoramientos fiscales o laborales. Todos aquellos gastos, en fin, que puedan ser considerados como ligados a la actividad de la empresa.
Amor pide una mejora del régimen de estimación directa, porque el autónomo está en clara desventaja con la empresa que cotiza en el Impuesto de Sociedades. El presidente de ATA recuerda que, por ejemplo, el primero no obtiene ninguna ventaja fiscal por contratar a un trabajador, mientras que eso sí se da en el Impuesto de Sociedades.
CiU promueve el estudio de la reforma en el Congreso El Grupo Parlamentario de Convergencia i Unió (CiU) ya ha presentado una propuesta en el Congreso de los Diputados para que se cree una comisión específica, dentro de la Comisión de Economía y Hacienda, dedicada a estudiar la fiscalidad de los autónomos y, en su caso, elevar sus propuestas al Gobierno.
En sintonía con las organizaciones del sector, CiU cree “injusta” la situación de los autónomos respecto a las ventajas que tienen las empresas que tributan por el Impuesto de Sociedades, según explica el portavoz de esta formación, Carles Campuzano. De hecho, la mayoría de las empresas no está en el Impuesto de Sociedades.
