Miércoles, 10 de junio de 2009
Noticias generales
España frena en seco la contratación de inmigrantes
Diario de Mallorca, 10 de junio de 2009
La crisis reduce a una quinta parte la entrada de extranjeros y elimina el 38% de la inmigración ilegal
AGENCIAS. MADRID. Los ecuatorianos y los marroquíes son los extranjeros más afectados por la crisis económica española. Según explica un informe que analiza la recesión y sus efectos sobre la inmigración y el mercado laboral, el durísimo ajuste que han sufrido sectores como la construcción, y la hostelería ha afectado especialmente a marroquíes y ecuatorianos, empleados mayoritariamente en ambas actividades. Pese a ello, sigue habiendo sectores que reclaman el trabajo de los inmigrantes.
En cualquier caso, la contratación de extranjeros en origen se ha frenado en seco por la crisis económica. Así lo destacó ayer la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, durante la presentación del informe, que detalla que en el primer trimestre de 2009 la contratación de trabajadores extranjeros en sus países de origen se limitó a 6.947 personas, una cifra ridícula si se compara con las de años precedentes. Lo hizo Rumí, que explicó que ya en 2008 la caída fue grande: entonces España contrató a 136.604 trabajadores en origen, 50.000 menos que en 2007, cuando la cifra anual se cerró en 178.340 extranjeros. Y ese año, al ritmo actual, el desplome en la contratación de inmigrantes puede ser aún más profundo: si se mantienen las cifras del primer trimestre, a final de año España habrá incorporado a su mercado laboral a unos 25.000 inmigrantes, casi seis veces menos que en 2008.
"Sólo se recurrirá a la contratación en origen cuando la demanda interna no pueda ser atendida", advirtió Rumí, quien señaló que el Gobierno está "atento" y "no baja la guardia" ante el riesgo de que en este periodo de crisis puedan surgir actitudes racistas y xenófobas. En este sentido, subrayó que se está trabajando en la elaboración de la Estrategia Nacional contra el Racismo y la Xenofobia.
Buscan vigilantes y cuidadores
De los empleos que exigen baja cualificación, existe demanda de mano de obra de población inmigrante en sectores vinculados a la vigilancia, el almacenaje, la dependencia y los mayores, y el servicio doméstico, ha aclarado Rumí. Pero sobre todo hay demandas para la recolocación de sectores más cualificados como electricidad, informática, servicios sanitarios y sectores emergentes, según la secretaria de Estado, quien ha recordado que la política de empleo y formación va dirigida a todos los trabajadores.
El informe destaca además que en 2008 hubo un 38 por ciento menos de inmigrantes irregulares que el año anterior, teniendo en cuenta datos de población del INE, aunque advierte de que el descenso podría haber sido mayor por la dificultad de conocer las cifras de personas que habrían salido de España y que por tanto ya no residen en este país. "Todos los indicadores dicen que hay menos inmigración irregular y también legal", señaló Rumí, lo que a su juicio pone de manifiesto que llegan para trabajar.
Sufren más el paro
El estudio, editado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, señala que la tasa de desempleo de los trabajadores inmigrados creció más que la de los autóctonos, ya que al acabar 2008 el desempleo medio era del 13,9%, pero para los españoles se situaba en el 12,5 y para los extranjeros en el 21,3 por ciento. Los extranjeros concentraron su pérdida de afiliación a la Seguridad Social en la construcción (136.210) y la industria (19.392), aunque ganaron en hostelería y en empleo agrícola y doméstico. El estudio destaca que la movilidad laboral de los trabajadores inmigrados es el triple que la de los españoles, porque los primeros presentan "una disposición alta a irse a cualquier sitio y a cualquier trabajo".
En cualquier caso, la contratación de extranjeros en origen se ha frenado en seco por la crisis económica. Así lo destacó ayer la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, durante la presentación del informe, que detalla que en el primer trimestre de 2009 la contratación de trabajadores extranjeros en sus países de origen se limitó a 6.947 personas, una cifra ridícula si se compara con las de años precedentes. Lo hizo Rumí, que explicó que ya en 2008 la caída fue grande: entonces España contrató a 136.604 trabajadores en origen, 50.000 menos que en 2007, cuando la cifra anual se cerró en 178.340 extranjeros. Y ese año, al ritmo actual, el desplome en la contratación de inmigrantes puede ser aún más profundo: si se mantienen las cifras del primer trimestre, a final de año España habrá incorporado a su mercado laboral a unos 25.000 inmigrantes, casi seis veces menos que en 2008.
"Sólo se recurrirá a la contratación en origen cuando la demanda interna no pueda ser atendida", advirtió Rumí, quien señaló que el Gobierno está "atento" y "no baja la guardia" ante el riesgo de que en este periodo de crisis puedan surgir actitudes racistas y xenófobas. En este sentido, subrayó que se está trabajando en la elaboración de la Estrategia Nacional contra el Racismo y la Xenofobia.
Buscan vigilantes y cuidadores
De los empleos que exigen baja cualificación, existe demanda de mano de obra de población inmigrante en sectores vinculados a la vigilancia, el almacenaje, la dependencia y los mayores, y el servicio doméstico, ha aclarado Rumí. Pero sobre todo hay demandas para la recolocación de sectores más cualificados como electricidad, informática, servicios sanitarios y sectores emergentes, según la secretaria de Estado, quien ha recordado que la política de empleo y formación va dirigida a todos los trabajadores.
El informe destaca además que en 2008 hubo un 38 por ciento menos de inmigrantes irregulares que el año anterior, teniendo en cuenta datos de población del INE, aunque advierte de que el descenso podría haber sido mayor por la dificultad de conocer las cifras de personas que habrían salido de España y que por tanto ya no residen en este país. "Todos los indicadores dicen que hay menos inmigración irregular y también legal", señaló Rumí, lo que a su juicio pone de manifiesto que llegan para trabajar.
Sufren más el paro
El estudio, editado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, señala que la tasa de desempleo de los trabajadores inmigrados creció más que la de los autóctonos, ya que al acabar 2008 el desempleo medio era del 13,9%, pero para los españoles se situaba en el 12,5 y para los extranjeros en el 21,3 por ciento. Los extranjeros concentraron su pérdida de afiliación a la Seguridad Social en la construcción (136.210) y la industria (19.392), aunque ganaron en hostelería y en empleo agrícola y doméstico. El estudio destaca que la movilidad laboral de los trabajadores inmigrados es el triple que la de los españoles, porque los primeros presentan "una disposición alta a irse a cualquier sitio y a cualquier trabajo".
