Sábado, 9 de enero de 2010
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Las comunidades de Navarra y Baleares, las únicas que crearán empleo en 2010
Expansión, 9 de enero de 2009
La recuperación del mercado laboral sigue embarrancada. Cuando se creía que el 2009 era el annus horribilis del empleo, las previsiones parecen haberse confabulado para demostrar que la pista de frenada es aún larga.
Publicado el 08-01-10 , por M. Tejo
La recuperación del mercado laboral sigue embarrancada. Cuando se creía que el 2009 era el annus horribilis del empleo, las previsiones parecen haberse confabulado para demostrar que la pista de frenada es aún larga.
Muchos se preguntan qué tiene que hacer la economía para obrar el doble milagro de mejorar la ocupación y, a la vez, aligerar el volumen de parados. EXPANSIÓN ha accedido en exclusiva al estudio del catedrático Carlos Usabiaga Ibáñez (Universidad Pablo de Olavide), con la colaboración de Daniel Oto, que despeja la incógnita.
- El punto de partida. La relación entre el crecimiento económico y el paro es distinta de la que existe entre éste y el empleo. Como recuerda Usabiaga, a menudo ambas variables se confunden lo que propicia conclusiones simplistas y poco rigurosas.
"En términos de crecimiento, es más fácil generar empleo neto que reducir el número de parados". La clave radica en que un aumento del empleo no significa necesariamente una reducción de la bolsa de desempleados, pues los nuevos puestos pueden ser cubiertos por la mano de obra que se incorpora y no por la gente inscrita en el INEM. Igualmente, "es más difícil reducir la bolsa de parados que la tasa de paro". Para que ésta mejore basta un ligero descenso de la población activa.
La recuperación del mercado laboral sigue embarrancada. Cuando se creía que el 2009 era el annus horribilis del empleo, las previsiones parecen haberse confabulado para demostrar que la pista de frenada es aún larga.
Muchos se preguntan qué tiene que hacer la economía para obrar el doble milagro de mejorar la ocupación y, a la vez, aligerar el volumen de parados. EXPANSIÓN ha accedido en exclusiva al estudio del catedrático Carlos Usabiaga Ibáñez (Universidad Pablo de Olavide), con la colaboración de Daniel Oto, que despeja la incógnita.
- El punto de partida. La relación entre el crecimiento económico y el paro es distinta de la que existe entre éste y el empleo. Como recuerda Usabiaga, a menudo ambas variables se confunden lo que propicia conclusiones simplistas y poco rigurosas.
"En términos de crecimiento, es más fácil generar empleo neto que reducir el número de parados". La clave radica en que un aumento del empleo no significa necesariamente una reducción de la bolsa de desempleados, pues los nuevos puestos pueden ser cubiertos por la mano de obra que se incorpora y no por la gente inscrita en el INEM. Igualmente, "es más difícil reducir la bolsa de parados que la tasa de paro". Para que ésta mejore basta un ligero descenso de la población activa.
