Aunque la ley favorece al empleado en la jornada reducida, los jueces creen que prevalecen los derechos de una perfumería sobre los de una dependienta que quería librar por la tarde y el sábado, las franjas con menos trabajadores y más público.
Se determina en este caso la responsabilidad de un empleador que había tenido contratada a una trabajadora sin darla de alta en la Seguridad Social, lo que le perjudicó cuando ésta solicitó el subsidio de jubilación.