Martes, 28 de septiembre de 2021
Noticias generales
Entrevista Antoni Oliver, Presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB)
Palma, 28 de septiembre de 2021
“Siempre he valorado muy positivamente el colectivo de graduados sociales”
Antoni Oliver ingresó en la Carrera Judicial en 1986 y tuvo sus primeros destinos en Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Fregenal de la Sierra (Badajoz) y Manacor. En 1989 obtuvo la plaza de titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona y al año siguiente la del Juzgado de lo Social número 1 de Palma de Mallorca, donde permaneció hasta 2004, cuando se incorporó a la Sala de lo Social del TSJ. Actualmente es director del Foro Aranzadi Social de las Islas Baleares, y profesor asociado del Departamento de Derecho Público de la Universitat de les Illes Balears.
• Brevemente, ¿podría adelantarnos en qué consistirá su charla en las Jornadas?
• Me han pedido que comente las 10 sentencias más relevantes de la sala de lo social del TSJIB del último año. Cuesta más elegir las sentencias que comentarlas.
• ¿Por qué es importante conocer las 10 sentencias del TSJIB?
• En esas diez y en las demás se fijan criterios que los profesionales deben conocer para poder asesorar correctamente a sus clientes.
• ¿La ley se puede interpretar? ¿Y ello, puede llevar a contradicciones en el Juzgado Social?
• La Ley se debe interpretar. La función de los jueces es la de solucionar los conflictos mediante la aplicación de la Ley y para aplicar la Ley es necesario interpretarla. Es la propia Ley la que nos ofrece las reglas que debemos seguir para interpretar las normas y también los instrumentos para hacer frente a las interpretaciones contradictorias. Se trata, básicamente, del sistema de recursos ante tribunales superiores colegiados.
• Los jueces juzgan muchísimas cosas, se pronuncian sobre innumerables asuntos. ¿Influyen con sus sentencias en la forma de pensar de la sociedad?
• Así se ordena en el art 3 del Código Civil donde entre los criterios de interpretación de las normas se incluye el de la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas. Además, en las sociedades democráticas las Leyes las elaboran los parlamentos y sus miembros son elegidos por sufragio universal por lo que las Leyes incorporan el sentir mayoritario de la sociedad. Por ello, el criterio fundamental de interpretación de las Leyes es el de su espíritu y finalidad, lo que se conoce como la ratio legis. Una interpretación correcta debe indagar en ese espíritu y finalidad, que responde al sentir mayoritario de la sociedad expresado en forma de Ley a través de sus representantes parlamentarios.
• ¿España es un país excesivamente judicializado? ¿Intentamos resolver todo en tribunales?
• Puede ser, pero cada vez más se van abriendo camino otras formas más satisfactorias de resolución de conflictos como la mediación. Lo importante es que existan cauces para la resolución pacífica de conflictos y garantizar que todo el mundo tenga acceso a esos cauces en pie de igualdad. En mi opinión un acuerdo es siempre mejor que un pleito. Todo el mundo conoce la llamada maldición gitana: ten pleitos y ganes.
• A nivel personal, y en su trabajo, ¿cómo ha sido este último año tras la pandemia?
• No ha sido el mejor año de mi vida, pero ha sido mejor que el de muchas personas que han sufrido las consecuencias devastadoras de la pandemia. No he estado enfermo, no he perdido a seres queridos de mi entorno más cercano, mantuve mi trabajo y mis ingresos y creo haber aguantado de manera aceptable desde el punto de vista emocional. Me doy con un canto en los dientes. En cuanto al Tribunal que presido, no hemos dejado de trabajar ni un solo día, ni siquiera durante el estado de alarma. Gracias a la pandemia se ha avanzado mucho en la digitalización de nuestra actividad. En los juicios hemos vuelto a la presencialidad, pero hay otras herramientas de trabajo de gran utilidad que han llegado para quedarse.
• ¿Cuáles cree que son las necesidades más urgentes en los juzgados de Baleares?
• Un mayor número de jueces. El número actual es totalmente insuficiente aunque estuvieran cubiertas todas las vacantes, que no lo están. No somos tierra de opositores a juez y para la gente de fuera la vida aquí es muy cara. Hay otros muchos problemas, incluso de espacio, pero para mi el más importante es el del número insuficiente de jueces para hacer frente a la carga de trabajo.
• La imagen de juzgados atestados de expedientes con pilas de sumarios en los pasillos que se ven en la prensa, ¿es real?
• En la mayoría de los juzgados o tribunales de nuestras islas esa imagen va desapareciendo. No porque no haya mucha acumulación de asuntos y retraso sino porque actualmente toda la tramitación se lleva a cabo en formato digital.
• Sentencias laborales. Ha sido un año difícil para las empresas, trabajadores, crispación en temas de trabajo ¿cómo está trabajando su juzgado en este último año?
• En la sala de lo social no hemos sufrido de momento consecuencias derivadas de la pandemia. Hemos visto incrementado nuestro trabajo, pero debido a los refuerzos implementados en los juzgados de lo social, que son lo que están sufriendo desde hace años la escasez de jueces a la que me refería.
• En su opinión, con todo lo que vemos que está pasando a nivel nacional en el CGPJ, ¿cree que se está politizando la justicia?¿Qué se debería hacer con el Consejo General del Poder Judicial?
• Respecto al Consejo General del Poder Judicial, de momento, urge su renovación. En cuanto a lo demás, qué quiere que le diga… Una cosa le puedo asegurar, en nuestro tribunal no hay politización. Nosotros nos dedicamos a poner sentencias, como la gran mayoría de los jueces. Somos tres magistrados con ideas muy distintas y no solo políticas, pero cuando trabajamos nos montamos en el mismo barco para intentar llevarlo a buen puerto. Ese puerto no es otro que la mejor y más adecuada respuesta a cada uno de los conflictos que someten a nuestra consideración. Deliberamos intentando sacar lo mejor de cada uno, escuchando y tomando en consideración la opinión de los demás. Funcionamos con espíritu colaborativo y siempre abiertos a aceptar y a acoger como propios los planteamientos de los demás. Estoy muy agradecido a mis compañeros por ese espíritu. Prácticamente todas nuestras sentencias se dictan contando con el voto unánime de los tres magistrados. Lo que pasa por Madrid no es cosa nuestra y no está en nuestras manos.
• Los graduados sociales, han sido los profesionales imprescindibles en esta pandemia, ¿cómo valora su trabajo?¿qué le diría a quienes se preparan para carreras como graduado social?
• Siempre he valorado muy positivamente el colectivo de graduados sociales y he colaborado con ellos siempre que me lo han pedido en la medida de mis posibilidades. He contribuido en la formación de los graduados sociales como profesor en la UIB y en la antigua Escuela de Relaciones Laborales, una de las experiencias más satisfactorias que he tenido desde el punto de vista profesional. Durante la pandemia el colectivo de graduados sociales ha jugado un papel fundamental en circunstancias a veces muy complicadas y siempre que he tenido ocasión les he expresado mi reconocimiento. Aprovecho para hacerlo una vez más. A los que estudian el grado de relaciones laborales les animaría a prepararse bien para ser buenos profesionales, competentes y honestos. Pero, sobre todo, les animaría a ser buenas personas, esto creo que es lo que más necesitamos, buenas personas.
Por último, dirige usted el Foro Aranzadi, ¿qué valoración puede realizar de los resultados de este año respecto a los anteriores?¿ha cambiado algo?¿hay más implicación, interés?¿la gente se preocupa más por formarse en el sector jurídico-laboral?
• No ha sido un bueno año para el foro Aranzadi. Hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias y con las sesiones en streaming se ha perdido el contacto personal, que es una parte muy importante. Pero, contra todo pronóstico la gente se volvió a apuntar y ha seguido las sesiones a pesar de las dificultades, lo cual demuestra el interés de nuestros profesionales por la formación continua. Ahora, al fin, hemos recuperado la presencialidad total y con ello esos encuentros mensuales donde nos ponemos al día, debatimos e intercambiamos opiniones sobre los temas actuales y la última jurisprudencia. Para mí es una experiencia muy enriquecedora y más de una vez me llevo opiniones jurídicas de las que allí se vierten para reflexionar sobre ellas. Tenemos profesionales de alto nivel y cada vez más se lanzan al debate incluso con los grandes juristas que nos visitan como ponentes. También, cada vez más los profesionales de nuestra Comunidad se animan a intervenir como ponentes y eso es muy importante.